ESPAÑA CON GUADAÑA. TV y medios.

TELEVISIÓN . MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

“La mucha luz, como la poca luz, no te permite ver” E. Sábato.

¡Qué podemos decir de la televisión!.¡ El medio de comunicación que ha trastornado a la humanidad!. También podríamos decir transformado, y sería cierto, pero el tema es que esta transformación ha resultado ser una idiotización global. No es un tema español este, es de todo el mundo, aunque nosotros como siempre tendemos a darle una forma que se reviste de españolidad cutre. Siempre somos capaces de exagerar el mal gusto mundial, siempre un español sabe revestir de los peores extremos todo lo que toca, ajeno como es al orden y la mesura. El rey No Midas es el panoli.
En la época de Franco la TV era muy cutre pero es que era cutre todo, éramos pobres y mal informados, no leíamos libros interesantes porque estaban prohibidos, los periódicos eran una burda exaltación de la deprimente política del “Régimen”, la radio se limitaba a poner las consignas de rigor, las canciones de la España folclórica y algunas noticias de aquel mundo desaforado de mas allá de los Pirineos. Pero lo peor de todo es que la TV de Franco no era peor que la actual. El sentido paternalista de entonces era ridículo pero el estilo de hoy es una mezcla de “propaganda” supuestamente inteligente, tendenciosa, partidista y perdonavidas en lo político, y definitivamente impresentable en lo que a ocio se refiere. De TV formativa ni hablamos, eso se olvidó desde que la derecha neofranquista empezó a eliminar las materias del pensamiento y el arte, proceso de inapelable eficacia, pues dentro de unos años nadie echará de menos a Platón, ni a Picasso, ni a Henry Moore por ejemplo. Luego se continuará con las lenguas primero rematar a las muertas y luego a por las del terruño, luego pasarán a eliminar la Historia y al fin ¡Gran Hermano!.
Ver la TV entonces ya no será traumática, uno vivirá en una realidad mediática que nos transportará al Nirvana de la estupidez. Si un español medio vive 70 años se habrá pasado 7 viendo la televisión: dejémonos de coñas esto puede ser mas agresivo para la salud que fumarse una cajetilla de Ducados diaria durante 7 años, o ponerse ciego de Rioja durante otros tantos , porque el estudio del cerebro en televidentes impenitentes está por hacer, o lo que es peor: ya se hizo y nadie se atreve a exponer los resultados por no producir un escándalo de proporciones ingentes, un secreto bien guardada cuyo desvelamiento es posible que condujese a un desmoronamiento apocalíptico del aparato mediático. No lo verán nuestros ojos, queridos, ¡qué pena!
¿Qué es lo que pasa con la televisión? ¿Porque es tan mala?.
Está claro, todos lo decimos, que los medios de comunicación tienen un poder desmesurado, capaz de dirigir las mentes poco avisadas hacia donde quieren. ¿pero hacia donde quieren que vayamos realmente?¿quizás a la idiocia comunitaria, hacia una especie de sociedad de zombis que pululan sin criterio y sin capacidad de defensa ante las posibles malas intenciones de los dirigentes?
Yo creo que la TV como paradigma de los “media”, pues ataca por el oido y por la vista, y es tan mala porque ellos se han dado cuenta de que los programas buenos son caros (no todos) y exigentes y tienen la misma salida que un programa basura que cuesta una mierda como cabía esperar. Consideran que el espectador es un oligofrénico babeante que le da igual todo y lo creen porque las encuestas de audiencia el puto ”share” así lo parece demostrar. Programas absolutamente infumables para una persona normal, ponen en duda esa normalidad, ya que los ve una cantidad soberbia de ciudadanos (que luego juran no haberlos visto nunca). Pero ¿ y si los programas fueran buenos, atractivos, con contenidos de ocio, informativos e incluso instructivos? ¿estamos seguros de que la gente no haría reventar las cuotas de audiencia?. Es seguro que si. Lo han demostrado programas de cultura, de entretenimiento, series colocados en buenas horarios y dando suficiente información y publicidad de los mismos.
En Austria es corriente que los miembros de una familia toquen música juntos y que vayan también a conciertos de música (clásica preferentemente) que son habituales en todas la ciudades aun en las mas pequeñas. Una tradición, un gusto por lo bello, por la cultura hizo que este pueblo fuese un amante de la música. Yo creo que ofreciendo a los teleespectadores cosas bellas, aspectos de nuestra tradición cultural, musical, teatral, cinematográfica o del folclore la gente estaría encantada y mas identificada que con estos programas que son el reflejo de otras culturas colonizantes. Perdemos día a día lo nuestro y caminamos embobados detrás del flautista de Yanquilandia.
El hecho de que les resulte mas barato es un buen criterio económico: Si ven esta mierda que nos cuesta 4 duros, (porque los tios/as pagan por venir), no necesitamos guionista porque esto se resuelve espontaneamente con gritos, tacos y grosería en estado puro, y los directivos están contentos ¡para que cambiar!. Este argumento lo he oído muchas veces, y sale de las mentes preclaras del periodismo demagógico: “A la gente le damos lo que pide”. Y a tu puta madre le gusta darle a la botella ¡pues nada, déjala a la pobre eso es lo que ella quiere! Total tu no te vas a encargar de buscarle un hígado para sustituir el suyo cirrótico.
Es uno de esos sarcasmos que duele. Además para su defensa dicen que las cadenas no están concebidas como instrumentos de cultura, sino, como máximo, de información y ocio. Son unos impresentables. En todo caso la cultura es un deber de la televisión del estado.
Desgraciadamente la gente no pide, no reclama nada pero lo peor es que aun le atribuyan un deseo inconfesable: que lo que quiere es mierda.
Hagamos un pequeño recorrido por alguno de los programas paradigmáticos y consideremos que alguno de los descritos son modelo de una legión de tan mala o peor calidad. La calidad concierne al fondo y a la forma de los mismos: En el fondo no hay nada solo comentarios rijosos y maledicentes de personas semifamosillas que son la carnaza de esos programas, obviamente reciben diezmos y primicias por ello. La forma porque el lenguaje chabacano, gritón, inculto, los insultos y las agresiones verbales y no tan verbales son al parecer la gracia del asunto. Estoy seguro que si un individuo en esos programas dice algo coherente y que contenga alguna palabra de esas que usamos corrientemente para hablar con propiedad puede provocar un pasmo en el personal que permanecerá bloqueado ante tamaña exhibición de saber. Claro que eso no puede darse porque la selección de participantes en los programas y los invitados son lo mas zafio y bajo de la especie (¿humana?).
Uno de los programas de mas peso era “Cónicas Murcianas” que todos pudisteis ver en una TV privada: aporta toda una jauría de perros y perras gritones que enseñan el culo, muestran enanos, travestidos y putas varias que se enzarzan en comentarios ¡ sobre otros programas! de la cadena poniendo a parir el objetivo de turno y diciendo las lindezas, supuestamente graciosas que les viene en gana. Por supuesto en el mejor estilo español, a voz en cuello para que se les oiga y todos a la vez. El moderador se escojona con la risa y de vez en cuando intenta poner orden en el asunto pero sin pasarse. Así se pasan horas haciendo el ridículo y al parecer entusiasmando al auditorio. Las llamadas también “crónicas marranas” llevaba años en cartel y su imperio no parecía tener fin.
Otro programa estrella de los últimos años y de la misma cadena de TV es “ Glande hermano” un programa importado de otros países (en todos los lados hay genios de la televisión) parece que ser en USA. Surgió como un happening como algo provocador: Una casa de cristal permitía ver a los ciudadanos el desarrollo de la vida cotidiana de una familia. Este espectáculo de “voyeur” tuvo un gran éxito. Esa curiosidad humana que yo llamo la curiosidad en “minúsculas” tiene una fuerza irresistible, todos se sienten en mayor o menor medida inclinados a ella. Si la TV además te libera de la tensión de tener que ver a escondidas (esto tiene su punto) pues ya está, te apalancas delante de la pantalla boba y a disfrutar.
¿Cuales son los personajes de “glande hermano”?, pues nada, son jóvenes y jóvenas de entre 20 y treinta años, pero esperen que les paso esta carta al director de un ciudadano que al parecer no le gustaba mucho lo que veía.
“ Hoy vi un trozo de “glande Hermano”, ¡qué infamia!. Los elegidos para este teatro de la vulgaridad tiene, ellos, pinta de chulos barriobajeros y ellas de lurpias de mucho cuidado”. Ellos exhibiendo deltoides y biceps y ellas escote y muslo generosos. Va la cosa de alegrar la vista al ¡expectador?.
Uno grita siempre, suelen estar enfadados unos con otros, otra llora de continuo y manera ridícula, todos se hacen trajes entre ellos y luego se abrazan. Son cínicos, hipócritas y se traicionan con suma tranquilidad. No hablan de nada, solo se dirigen la palabra para acusarse o reprender o reñir o coquetear. Nunca hablan de nada que nos haga pensar que están en el mundo para mas cosas que simplemente marujear. Con su aspecto de chulos y putillas solo nos queda ¿cultura al poder!. Me preocupa que la amplia difusión de estas imágenes trasmiten un modelo de joven cuyos valores bandera son la banalidad, la grosería y la exaltación de la marrullería. Ganará el mas gris, el que navega entre dos aguas, el que oculta sus cartas y muestra una estrategia mas perversa. La “tonta” terminará campeona. El abrazo puede ser aquí la mayor mentira, cuando uno se va todos los que lo echaron lo abrazan y lloran, tan sentidos ellos/as.
En este programa no les dejan leer libros. En un país en donde leer es cosa de maricones y chaponcetes miopes y esmirriados este es un estímulo mas a la idiocia generalizada. No vaya a ser que se aficionen y pasen del programa leyendo como posesos. De todos modos “el perfil” de selección de concursantes (avalado por un gabinete de psicólogos) no ofrece riesgo, nadie se ha quejado de la ausencia de libros. Buen nivel.
Para mi los que diseñan y ofrecen estos programas son unos criminales especializados en terrorismo cultural.”
No coment.
Luego están los magacines como “Olor a ti” que siempre bajo el señuelo de una noticia de interés se explota la vena lacrimógena y se exhibe miserias, amores y desamores delante de un público que se frota las manos con los desaguisados y las desgraciadas vidas de los demás. Resulta difícil comprender la falta de amor propio de los personajes que asoman sus patéticas vidas a la mirada de superioridad de millones de mirones. Hace falta tener la estima a ras del suelo para dar semejante espectáculo. Pues no, parece que al viejo español, que aun muriendo no pedía perdón y que no se quejaba ni aun con hambre de una semana se ha convertido en un guiñapo sin orgullo, rastrero, miserable.¡Pues no puede ser asi coño! ¿es que los españoles han perdido la vergüenza?. Probablemente les iría mejor una consulta con el Psiquiatra o la trabajadora social o consigo mismos sin ir las lejos, pero no, el español espera el milagro ¿ y de donde puede venir el milagro? No del psiquiatra al que consideran que está mas loco que los enfermos, ni la trabajadora social porque son muy suyos y esto “nuestro” no nos lo va a solucionar una jovencita de ciudad.., pero si puede, ¡el Ente milagroso! ¡La Televisión!.
No quiero aburrir pero añada ahora los seriales horteras de nuestros colegas hispano americanos (aun mas empalagosos que la miel de la Alcarria) que cubren horas y horas de mañanas y sobremesas con sus Leopoldo José-Julio y Exuperancia Maria del Rosario de la Virgen del Celemin exultando vocablos redundantes y arabesco-rococó que deben producir un efecto anestesiante en la cabeza de cualquier incauto que les intente comprender.: ¡Hay mi amor!¿ que te hisieron! A mi machote, amorcito .¡mamita! mamira rosarito Angustias, ven, mirá como me traen a mi corazoncito, ¡mi amor!. Nauseabundo.

Yo creo que la TV epañola donde muestra lo mejor de su tronío es cuando se dedica al oficio de la manipulación. Son los reyes del oportunismo, de la utilización retorcida de frases fuera de contexto, de exhibir la peor cara del “enemigo” y omitir los errores del “amigo”. De “borrar” noticias que perjudican al poder y reiterar otras que minan a la oposición. Un mal que, por cierto, no es español, está aprendido de los países que pretendemos emular y que desarrollaron como naciones modernas unos cuantos lustros antes.
El monstruo que instrumentaliza la noticia, el mensaje, la información oral, escrita, dibujada o fotografiada para fines distintos y no siempre éticos, cuando no francamente engañosos se llama “marketing”. El marketing es el eufemismo de “propaganda”, una palabra nueva para una vieja historia: Dilo una y mil veces y cualquier cosa parecerá verdad (frase adaptada de una atribuida a unos mil tipos diferentes entre ellos Goebels)
Hoy farda mucho tener un departamento de “marketing” (o de ventas en hispánico vulgar) y las TV son poderosos instrumentos de venta de algo que cambia gobiernos y pensares: opinión. Crear opinión es un trabajo soterrado, lento, que en manos hábiles produce efectos impresionantes: la noticia se reviste de los tintes adecuados en cada momento: patéticos y sensiblero cuando se desea que el receptor se emocione y se sienta feliz de vivir como lo hace y en donde lo hace ante el dolor de otros p.ej. Irritante, mostrando lo violento cuando se quiere crear una opinión defensiva o patriotera. En fin que quiere que le diga: le hacen bailar al son que ellos imponen. El perfecto experto en marketing es aquel que le ha vendido algo que a Ud le ha impresionado, que le parece bueno y barato y además no lo necesita para nada.
¡Ay pobres de nosotros piececitas inaprensibles en un mundo que dominan gigantes que de tan grandes no alcanzamos a ver! (este párrafo me quedó increíble). La inanidad