LEONES

En el año 1991 tuve la suerte de hacer un viaje a Kenia en compañía de tres amigos. Muchos años antes alguien había decidido felizmente que la gente combiase el rifle por la cámara fotográfica; a esa nueva atracción turística se le puso el nombre de safari fotográfico. Era un buen comienzo para evitar la despoblación de las altas sabanas del Serengeti y el Masai-Mara rebosantes de vida animal. Alli, emocionados desde el todo terreno pudimos ver, impalas, hipopótamos, jabalíes verrucosos, topis, cebras, ñus, cocodrilos, un leopardo, una mamba negra... y también como no, a su majestad el rey. El león. El que veis, un viejo macho de formidable cabeza que nos mira como si fuéramos un bocado esquisito, lo fotografié sin mucho arte en Masai-Mara pero creo que refleja perfectamente la majestad de ese poderoso animal.

¿A que viene esta fiebre leonina?: pues para mostrar mi total repugnancia hacia la barbarie de este ser humano sin remedio. En Sudafrica, descubri en la prensa, es un negocio de restabilidad millonaria la cria de leones en cautividad para que cuando adultos puedan ser cazados en un cercado por cuatro retrasados y así poder exhibir la cabeza del "gran macho" en el salón de su casa hortera. Las autoridades sudafricanas parece que van a prohibir esta práctica pero los "empresarios" ya empiezan a extorsionar y dar la vara: "si hacen eso tendremos que sacrificar a mas de 25.000 animales ...", "se perderán muchos puestos de trabajo...". Ahora la culpa es de los que prohiben esa carnicería denigrante.

Los que lo consienten quizas deberían ser encerrados con el león en el cercado y jugar al escondite; probablemente el león tendría alguna posibilidad.

La otra foto en que estoy con los "samburus" fue antes de que encontrara a Ligwistone.

Para Adolfo, Roberto y Jaime.