ESPAÑA CON GUADAÑA: EL ARTE

EL ARTE. Los españoles y el arte. ¡JA!

El arte en primer lugar es una cosa de maricones y afeminados o cuando menos de gente inestable y loca, propensa a la lujuria y a la bohemia. Es cosa de muertos de hambre y a ti hijo mio que no se te ocurra dedicarse a una , si puede llamarse profesión, de pintamonas que te descalabro de un guantazo.
Los españoles no son en esto muy diferentes al resto del mundo, dudan del arte (un poco mas que los artistas) y solo se admiran de lo que fue arte hace siglos. El español ve un santo “bien pintado” o un paisaje con colorines y técnica “impresionista” y se lo disfruta, mas allá de eso es como el Mare Tenebrosum para los romanos “Non Plus Ultra”.
No es muy criticable que el español desdeñe el arte porque en realidad jamás estuvo en el discurso de lo español la sensibilidad y el amor a la creatividad y eso no solo fue asi en épocas pretéritas sino que persiste en la actualidad. Todavía hoy el arte no es considerada una cosa seria en los curriculuns escolares; la música o la plástica son un trámite en el que a veces se puede no solo no enseñar sino que incluso denigrar, como en los mejores momentos del nacional-socialismo del fürer o como proyectar pinturas de Kandinski en una diapositiva a los alumnos y luego jocosamente decir: Y dicen que esto es arte. Si los que enseñan tienen ese concepto, probablemente esos alumnos consideraran el arte como una cosa de gente anormal, como un capricho de unos pocos ajeno a la vida, sobre todo a su vida. Decía Herman Hess que pocos hombres leen poesía pero todos la necesitan (necesitamos). Bellas palabras que sueñan extrañas al común panoli de Las Españas.
Pocos españoles disfrutan del arte, y no lo hacen por carencias formativas, por escrúpulos y prejuicios que esconden su secreta curiosidad y por miedo a ser considerados incultos evitan cualquier duda en sus aplastantes juicios: ¡Esto es una mierda, lo puede hacer mi hijo!. Realmente a él algunas veces, en lo mas hondo de si desearía comprender, desearía sentir, pero su amor propio no se deja llevar por sensiblerias y asi se pasea con cara circunspecta por las exposiciones mas provocativas.
Las respuestas ,sin embargo,son variadas; veamos algunos ejemplos.
La cosa es, un Sr. de pongamos 60 años, traje, corbata y un paraguas bien envuelto, paso elegante mira inquisitivamente una figura emborronada de Rainer, apura el paso y a la tercera cara emborronada no apura el paso, sale casi escopetado. Este se equivocó de exposición.
Otro. Entra con cara neutra quizás tendiendo a la sonrisa, paz. Está viendo una exposición de Ready Mades de Tapies, Ve una pila de platos blancos corrientes y mira en la base el título de la obra: “Pila de platos” .Exclama sin enfado: ¡Con dos cojones!. Este es un coñón.
Sigue: Entra una madre con dos hijos de entre 5 y 6 años. Es una exposición de esculturas y hay alguna instalación. ¡ Mamá, mamá mira lo que hago! Dice el niño deslizándose por una escultura en forma de tobogan.¡¡ niño qué haces, baja de ahí!!. ¡Mamá mamá mira que guai! Dice la niña agarrando una figurilla de terracota de 3000 Euros. ¡¡¡niña deja eso!!! . Suena la alarma, aparece un vigilante jurado. La joven mamá que dejó la carrera de arte en 4º porque parió en ese curso el primero de aquellos demonios sale corrida, pidiendo disculpas. Esta es una pena.
Aparece en el museo una Sra. de mediana edad con gafas de miope moderado traje de chaqueta de tonos moderados y camisa blanca de moderado escote. Detrás aparecen 20 pollitos y pollitas que se habían manifestado segundos antes de ser visibles por el griterio ensordecedor que venia como ruido de tren desbocado del hall. Un colegio en programa de reeducación artística. ¡Niños y niñas atención!. Vocerío ensordecedor. ¡Niños,niñas! Repite con medio volumen inaudible y voluntariosa vehemencia la moderada profesora: Ruido tipo vorágine. No sé como sigue la buena Sra. Porque solo se aprecia su gesticulación sin palabras en un intento de controlar el tema y los niños y niñas de los cojoncillos para que se callen, escuchen y aprecien el Arte: vano intento. El tumulto hace ya temblar las paredes del edificio. Nadie entra en faena. Este es el caos.
Ahora aparece un “guy” como de 22 años, con boina roja de requeté y trenza, acompañado y amparado en una chica con el pelo cortado al cero y una argolla en el labio inferior que hace que este se le caiga escurriendo la saliva. Es una exposición de un catedrático de bellas artes que les da clase. Les parece formidable. “Es de lo más post-pop. Una pasada” comentan entre ellos. Estos son los listos. Postmodernos, futuros artistas donde el eclecticismo, el oportunismo y el culto a la superficialidad regularán su quehacer artístico futuro.
Cuando entran los artistas a ver la obra de otro artista sucede que no ven la obra del otro artista y menos si ponen canapés y vino en la inauguración. Allí se va para acompañar y se pasa con displicencia por delante de los cuadros o esculturas y se saludan unos a otros y se dan abrazos y cuando se llevan unos vinos tan pronto se da la vuelta el artista ojomeneado se dicen cosas como “menuda mierda tios, este va a peor”. No siempre es así hay que reconocerlo a veces es peor cuando le dicen después al artista “ ¡jo macho! acojonante, de puta madre tio, flipo”.
Los artistas españoles son como los españoles, tienen un montón de defectos. Como los españoles, son suspicaces, individualistas, egoístas y se creen los mejores. Por eso en España cuando se dice “es un artista” se está cometiendo una rebuznancia o redundancia. Los españoles somos “uno artita”: pónganos una guitarra en la mano, denos una muleta, ¡ooole!, denos una raqueta de tenis, una pluma, un pincel, una llana o un clavel y no hay quien nos pare. Es sorprendente como un país tan borde, tan zafio e inculto puede haber dado tanta gente de nivel, eso si, de uno en uno y de siglo en siglo, pero lo cierto es que se tiene y ha tenido individualidades sorprendentes. Si, indivualidades porque no hay caldo de cultivo para que medren los divinos genios, mas bien hay un magma de vitriolo que disuelve entre envidias, conspiraciones y recomendaciones (recomendaciones a los hijitos de papá, me refiero) al pobrecito que se atreve a asomar la cabeza por encima del nivel de simpleza general que nos asuela (¿debería decirse asola verdad? Pues es asuela ¡jódete!).
Ahora hay un renacimiento cultural creado por los gobiernos de la nación, autonómicos, provinciales, locales... porque mola exhibir en el programa electoral: “Nosotros nos preocupamos de la cultura”. Entonces buscan a alguien que “controle” y lo nombran director del museo de arte moderno y contemporáneo nuevas tendencias (MAMCNT) y comienzan a exhibir a artistas y obras que no conoce ni dios pero que arrastra a algunos curiosos que quedan prendados del espectáculo que presencian. Abraiados por la exuberancia de las propuestas artísticas actuales el español se siente herido en su amor propio. Como no tiene puta idea y además aquello solo le interesa para quedar bien y no está dispuesto a enterarse (por ejemplo leyendo sobre arte, viendo cuadros, esculturas, trabajos arquitectónicos etc) tiene que inventarse algo que decir, así que escucha algo por aquí, otro algo por allá, lee apresuradamente el prospecto y ¡hala! A figurar.
De repente te encuentras a un amigo en la calle que nunca ha hablado contigo de Arte y del que no sospechas que esté infectado por la curiosidad artística y te larga: ¡ Viste la exposición de pintores rusos suprematistas del MAMYCNTLC (Museo de arte moderno y contemporáneo ni te lo cuento), es una pasada!. Asombrado, perplejo no sabes que decir; piensas : esto tiene truco, ¿de donde le sale a este la repentina afición?,¿qué mosca le ha picado?. Entonces ladino le dices : ¡ah si! Y hay algo de Malevich y te contesta: ¡Si, si! Unos cuantos cuadros, ¡preciosos!; ya te embalas e inquieres: y de Tatlin...¡si,si y de Rodchenko y escritos de Mayakowski contesta entusiasmado. Tu meneas la cabeza incrédulo y sientes apuro porque el otro escruta tu rostro a la espera de tus balbuceos, consciente de que te ha dejado K.O. con su sapiencia, así que le dices que irás a verla y que buenas. Pocos días mas tarde sabes cual es la razón de su reciente conversión a diletante: tiene un hijo haciendo Bellas Artes y como buen papi que bebe los vientos por su hijo le ayuda a hacer los deberes y se puso a estudiar y a comprar catálogos como loco. Es decir, el panoli para convertirse en admirador u observador mas a menos atento de la actividad artística tiene que tener una buena razón para cambiar el chip de “esto es una mierda” al de hacer comentarios completamente en serio, totalmente elevados sobre las últimas paridas postmodernas de un estúpido jovencito inglés que hace niños monstruos con poliester. De su interior y de su interés por lo artístico posiblemente sigue sin haber nada pero ahora el hombre siente que le cogió el punto, ve que socialmente queda bien eso de ir a exposiciones, encontrarse con los progres y hablar animadamente de temas inteligentes, poner caras, soltar carcajadas que muestran esa seguridad insolente que empieza a sentir en su interior y que le va configurando poco a poco como típico moscardón que sin saber, ni sentir, ni entender nada recita de memoria fechas, cifras, nombres y frases hechas delante del desprevenido inocente que no sabe como se las gasta.
Respeto al desconocimiento del Arte que asuela a los españoles yo tengo una gran preocupación porque cuando se habla de pintura y esta no es una fiel reproducción de la realidad el español dice que es abstracta y la pintura abstracta la puede hacer un niño. Lo que me mosquea es que todos estos detractores de la pintura “abstracta” hablan de un misterioso cuadro que pintó un Sr. X (nunca me dijeron quien era realmente) que consistía en un lienzo en blanco y un puntito diminuto en alguna parte. Yo he preguntado a los sabios e indagado y jamás me encontré con esa obra que nadie experto conoce (aunque hay cosas parecidas). Es decir, como siempre el español de ¡viva España, coño! se agarra al bulo (esto del cuadro con el punto parece un arquetipo demoledor de la inanidad del arte) y así justifica su ignorancia: Lo que yo entiendo existe lo demás es una tomadura de pelo. ¡Pobrecitos mios lo que se pierden! Claro que para disfrutar del arte hay antes que educar la sensibilidad y eso como la elegancia no se puede adquirir solo viendo la tele o haciendo un curso por correspondencia.
Pero claro, estudiar, visitar exposiciones, mirar cuadros, intentando ( de buena fe) penetrar en sus misterios es un proceso difícil, tiene un coste de esfuerzo mental, de tiempo real que el españolito de una de las dos Españas te helará el corazón, no está dispuesto a asumir, porque no le queda tiempo para emborracharse, mientras dice paridas sin cuento sobre el último Barça- Real Madrid o para pasmar delante de la tele y mientras degusta una bolsa de patatas fritas (100 Kcal la grande) o de “gusanitos” (con los que redondear su figura en los 100 kg, paradigmática cifra para los gordos, a partir de la cual empiezan a considerarse gordos de 1ª división) mientras contemplan las subnormalidades de los participantes en cualquier programa excremento ( de esos que nadie ve y que todo el mundo conoce: es inevitable , el nº de subnormales es tan grande que uno está rodeado y por desgracia informado por todos de todo lo que pasa en la tele ya que el mundo es muy duro y triste como para preocuparse de muertes y guerras, asuntos, estos si, que propenden al mal gusto y a la morbosidad). Pero no seamos crueles, es cierto que uno no puede estar siempre en plan trascendente, que uno ya tiene bastante con la vida de uno, con el trabajo, con los colegas y jefes que hay que soportar, con el casque después de 14 horas democráticas de chollo nocturno, como para buscarse un asunto jodido y ponerse mas chungo. Que si, que tienes razón; uno tiene derecho a continuar embruteciéndose con asuntos que no nos hagan pensar, para así caminar por la vida como el célebre personaje boxeador sonado de Toni Leblanc : “Del gimnasio a la Casa Campo, de la Casa Campo al gimnasio”.
Esta manía que les entró a las instituciones de todo pelo de convertirse en mecenas del Arte tiene una clara objetividad, y es llenar la agenda del encargado de la “Cosa Artística” de turno para vender la idea de que su partido (ahora en el poder) se preocupa mucho del arte y hace todo lo posible por promocionar a los artistas del lugar y a traer exposiciones de renombre para que la gente diga: ¡qué moderno, que mono! y acudan de manera alborozada a contemplar , los domingos por la mañana, la última “instalación” albergada en el Museo de Arte Contemporáneo del pueblo ! . Alguna de estas exposiciones que pueden ser contempladas por los pocos que van,- porque a pesar de ser gratis en muchos museos la entrada no es como pare echar cohetes-, pueden costar una pasta, una pasta que se reparten entre todos (incluso pueden ganar los artistas) y que debe ser gansa porque proliferan exposiciones a tuti-plen y ello denota que se forran porque el interés en culturizar no me lo creo yo que sea de gran calado. Cada exposición esta provista de su catálogo con esmerado diseño y precio incluso accesible al ciudadano medio. Cuando Ud. abre el libro encontrará que el político (s) de turno larga un “espiche” sobre el autor o autores y se atreve con todo: “... desde la serenidad monocroma de sus primeras obras Arnulf Rainer...”.¡Toma ya! El Neanderthal que no sabe lo que es un color complementario y que confunde el nombre de una pieza musical con el de una cantautora resulta que es un experto en Rainer. Estas son las cosas que solo son posibles en este país de María Castaña. Todo el mundo sabe, nadie, humilde y sabiamente, dice que el no es el indicado para hacer una reseña sobre algo que se desconoce. Aun a sabiendas que lo que firma no la ha escrito él, es soberbia el fingimiento.
Pero el Arte no es esto, no es un programa de un partido, ni una intención política, es algo que está mas allá de toda tutela o manipulación, es algo que arraiga en las vísceras de algunos seres humanos que proyectan esa potencialidad como una necesidad fisiológica de vomitar las pulsiones y las ideas que nacen en la nebulosa de los pensamientos y los sentidos construyendo así edificaciones alucinadas que trascienden lo real y que llegan a producir en los espectadores una multiplicidad de sentimientos que frecuentemente no son ni pueden ni deben –me atrevo a decir- comprendidos.
El artista ve distinto, oye distinto, toca de otra manera, habla y fracasa al intentar hablar de su obra, piensa sin embargo como los demás pero su pensamiento se fragua en los sentimientos y en la “cocina” de las técnicas y así es capaz de volar cuando otros todavía arrastran los pies. Claro, un pintor cuando oye azul cobalto se estremece con su sola mención, sabe de su vida:. como brilla con un blanco, como se muere con un ocre, como es cielo, o mar o árbol de atardecer o rostro de un niño en la sombra. Pero también es capaz de sublimar en un gesto, con una mancha, la muerte o el resplandor de la vida. Él aspira a hacer una obra que colme y comprenda todas sus aspiraciones como hombre y como humanidad y , claro, como no la consigue no tiene mas remedio que intentarlo día tras día. Emulando a Borges diríamos que el artista es su obra y la obra es todos los artistas (su finalidad).